Nuestra Creencia
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
Hebreos 10:24-25
Nuestra Raizes
Rio del Valle es una iglesia presbiteriana que pertenece a la denominación “Covenant Order of Evangelical Presbyterians (ECO)” o sea, “Un Pacto entre Presbiterianos Evangelicas”. ECO no es simplemente una denominación pero en verdad es un movimiento que reconquista lo mejor de nuestra herencia presbiteriana y reformada para que saturemos nuestro mundo quebrado y dolido. Lo hacemos por el poder transformada de Cristo Jesús. Nos paramos sobre las declaraciones adoptadas por nuestra denominación (que se encuentran AQUÍ)
La tradición reformada es implacable por dejar que Dios se definirse a Si Mismo. Las escrituras, conocidas por el Espíritu Santo, es el testigo autoritario a lo cual Dios ha enseñado y hecho durante la historia humana. Lo siguiente es una declaración breve bíblica de la fe.

Creemos
En el uno y único Dios de la fe cristiana, quien se-reveló como “Soy el que Soy.” Por su propia libertad el Señor de todo lego la creación a la existencia mientras “Dijo Dios, ‘Sea la . . . “ Por tal manera, la humanidad fue creada en el imagen de Dios y dada la libertad para ser orientada totalmente a su Creador. Somos bendecidos para vivir con la plenitud y abundancia de amor y vida.
Sin embargo, la naturaleza de la humanidad fue y todavía es abusar a este don de libertad. El resultado fue la caída de la humanidad como resultado de traicionar a los mandatos de su Señor. Nos cambiamos nuestro designio original de amor abnegado por amor egoísta. Hasta este día, hacemos daño y quebramos relaciones con todos los que nos rodean–incluyendo a Dios, nuestro Padre. .Sin embargo, desde el principio, Dios siguió alcanzando a la humanidad, hablando por medio de la Ley y los profetas. Por eso, la humanidad fue mostrado ambos su nada de rebelión y la imposibilidad para escapar a la juzgada merecida. Sin embargo, Dios prometió a un Mesías..
Entre esta realidad caida, hace 2,000 años, Jesús de Nazaret nació. El se reveló ser completamente humano y completamente Dios, y Él llama a sí mismo aquí en la tierra todos los que creen en Él a un arrepentimiento sincero y discipulado. Consagró a su humanidad impecable a la muerte en una cruz romano como sacrificio para todo el pecado de la humanidad. Sin embargo, mientra la muerte lo tenía en su apretón, no lo podía conquistar. Por la omnipotencia de Dios, milagrosamente Él se levantó de su tumba como víctor de la muerte. Es la realidad de la conquista de la muerte por su vida que Jesús nos promete a todos aquellos que lo sigan por fe. La justicia de Dios misteriosamente está imputado sobre cada uno que cree en El. Esta salvación del juzgado justo de Dios es en ninguna manera del origen humano sino únicamente por la gracia de Dios solamente confirmado por la creencia en Cristo Jesús.
El Espíritu Santo ahora sigue a la presencia activa del Señor entre nosotros, igualmente como Jesús prometió antes de su ascensión de la tierra a su Padre. De tal manera Dios ha sido revelado como la Trinidad: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Los cristianos ahora viven como testigos a la plenitud del Reino de Dios, aunque no completamente todavía, y quedamos expectantes seguros por la segunda venida de Jesús cuando El trae la realización de su Reino completo.
Toda la escritura es el testigo autoritario único a la Verdad fijado arriba. La Escritura es la verdadera Palabra de Dios por el testigo viviente del Espíritu Santo. La Iglesia, la comunidad de fe en el mundo, es unido en tiempos y lugares todos por su discipulado común a su Cabeza Cristo Jesús. Por medio de la construcción de confesiones y credos la Iglesia muestra esta unidad a pesar de la distancia de tiempo y/o local. Los discípulos de Jesús siguen su presencia de ministerio mientras el Espíritu conforma a Su ejemplo a cada persona. Una comunidad local de discípulos, una iglesia, es enviado por Cristo para seguir cumpliendo a su ministerio en el mundo. Para ser epicentro de la reconciliación – cultivando a seguidores de Jesús quienes viven su amor y lo llaman Señor y Salvador.
Esto incluye la promulgación fiel de los Sacramentos de Bautismo y la Comunión como mandados por nuestro Señor. El Bautismo funciona como signo y sello que muestra a la elección, y cuando es de un adulto también acompaña a la respuesta de fe por la elección. En la Comunión los fieles comuna juntos con la presencia espiritual y real del Señor como signo y sello de la pasión redentor de Cristo por medio de nosotros.